En cuanto que el ser humano es un haz inacabable de posibilidades en permanente apertura y diálogo consigo mismo, los otros, el mundo y el Absoluto, resulta valioso el diálogo entre la Logoterapia y el Análisis Existencial con otras aproximaciones filosóficas sobre el ser humano.
Mi formación profesional en una universidad jesuita, indudablemente ha sido determinante en mi ejercicio profesional y desarrollo personal, al igual que mi formación como logoterapeuta, que inició en mis años de estudiante en la Universidad Iberoamericana, donde tuve la fortuna de tener como profesor en diversos cursos, al Dr. Ernesto Rage Atala, magnífico profesor, psicólogo humanista y logoterapeuta, quien con sus enseñanzas me nutrió en estos dos ejes: la Filosofía y Pedagogía Ignaciana, y por la otra,la Logoterapia y el Análisis Existencial.