Les presentamos el resumen de uno de los interesantes artículos de este libro compilado y publicado por la Asociación Española de Logoterapia.
¡Muy recomendable!
JÓVENES, SENTIDO Y RESPONSABILIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS
Corazón con razón: Integración de la corporeidad en la afirmación de la conciencia.
Por: Miguel Viaplana Ramírez
En esta época de cambio, crisis, en las que todos nos vemos involucrados y que en cierto sentido se asemeja al período que comprende desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta entrados los años 70 del siglo XX, abordaremos el tema el cuerpo humano, según el paradigma oriental basado en los chacras y centros de energía. Entendemos que esta perspectiva hace una gran aportación al cambio de paradigma sobre la salud, sobre todo en occidente, ya que es una de las maneras de entender el cuerpo humano que permite la integración con la logoterapia de Viktor Frankl. Cómo él mismo reconoce lo noético, nuestra dimensión espiritual está encarnada (dinamismo interactivo-integrativo) en un cuerpo y una mente. Por lo tanto, este cuerpo y mente son la interface, en términos cibernéticos, entre lo que somos, existencia desde el espíritu y el mundo en el que somos y vivimos. Es casi como que el cuerpo es la primera instancia con la que nos relacionamos con ese mundo en el que somos-ahí (Dasein), con el añadido de que sin ese cuerpo no podríamos ser sensible a ese contexto y por lo tanto, nuestra dimensión psicofísica es inalienable de nuestro ser-en-el-mundo… Por eso es que hay que prestarle mucha atención, para poder tener bien afinado nuestro órgano de conciencia, que nos permite saber, qué es lo que tiene más sentido para nosotros, aquí y ahora, y que regaladamente, casi siempre, es lo mejor para nuestro contexto y el mundo en el que habitamos.
La época actual, que algunos historiadores y filósofos, no alienadas ni alienados, llaman la Cuarta Guerra Mundial, sufre decenas o quizá cientos de conflictos bélicos regionales y multitudes de desplazados y refugiados (migrantes forzados) por causa de ellos o por motivos económicos, ambientales y demás. Tampoco es tranquilizador el regreso de ideologías fascistas al poder en tantos lugares del mundo, por no hablar de que la sensación de que las emergencias y los desastres climáticos, sanitarios y económicos, van a ir en aumento.
Ante este panorama, igual que cuando Frankl salió de los campos de concentración, parece que se están instalando en el espíritu de la época, la actitud provisional ante la existencia y el fanatismo, ya presente incluso, en el periodo de entreguerras. Ello genera la neurosis colectiva que todos conocemos.
En cambio, a diferencia del periodo del siglo XX que mencionábamos, la reacción de la juventud y su postura ante este fenómeno, está siendo, en general, más involucionista que revolucionaria. Y no olvido que generalizar siempre es injusto y que muchos y muchas de ellas están involucradísimas en la lucha por la vida, si no, estaríamos en una pesadilla. Sin ningún afán de criticarles a ellos y ellas, sino de tratar de entenderles como fotografía cruda de la sociedad a la que pertenecen, veremos qué les puede estar pasando y cuál es su actitud ante ello. El narcisismo que se está instalando entre ellos y ellas. La tendencia a aislarse y a vivir realidades virtuales, la desconexión con las generaciones adultas, la desesperanza que sienten con el futuro en forma de pasotismo, en muchos casos dificulta sobremanera este hecho tan natural en el ser humano de enfocarse hacia los sentidos en la vida, la libertad y la responsabilidad.
Tratemos de entender por qué muchísimos de ellos, ante el desastre que parece que se avecina, están, se sienten y funcionan como si estuviéramos todos y todas condenados. Y me pregunto hasta qué punto tiene qué ver con que las sociedades “avanzadas” actuales funcionan como tal, como si ya hubiéramos agotado todas las formas de ser sostenibles en el mundo. Fijémonos que el gran plan alguna gente con mucho dinero es empezar a extenderse por otros planetas.
Los humanos formamos parte de la vida, de su ciclo eterno de composición y descomposición; y por lo tanto, en algún sentido estamos a su servicio. En cambio, vivimos como si fuera al revés, que la vida, los recursos naturales, los animales humanos y no humanos) está a nuestro servicio. Y este hecho está directamente relacionado con el giro copernicano existencial relacionado con el hecho de que la vida nos pregunta a nosotros y no al revés. La vida nos pregunta, nos apela, sobre cómo nos vamos a situar en este ciclo vital: extractivismo y auto-realización o sostenibilidad y auto-trascendencia. Y todo esto se expresa a través de un cuerpo, que es lo único que estoy de acuerdo con los conductistas. Al final, lo que se ve, lo que cuenta es cómo actúa ese cuerpo en un ambiente. Lo que hará ese cuerpo en ese ambiente es un misterio hasta que sucede porque depende de un alma que si quiere, discurre, siente, percibe, se va liberando de todo, se hace cargo de qué huella quiere dejar en este mundo, de qué hace con la huella que el mundo deja en ella; y sobre todo, de cómo se quiere vincular con ese mundo y los seres que lo habitan.
¿Cómo es posible que tantos jóvenes estén tan poco implicados y desmovilizados ante esta crisis total, habiendo tantas propuestas e ideas potentes para deconstruir este mundo hacia otro mundo donde las personas y la naturaleza estén en el centro? (dos sustancias que son una, jamás debieron pensarse separadas).
Siempre que hablo de estos temas y su relación con la logoterapia, me viene a la cabeza la saga de Star Wars o la de Matrix. En ella se enfrentan con claridad las fuerzas del bien y del mal, lo que Frankl llamaría los decentes contra los indecentes y en ellas siempre hay masas críticas de personas blandas que o son colaboracionistas consciente o inconscientemente o son directamente víctimas o daños colaterales de esa lucha. Nada que no haya pasado en la tierra. Y es cuando estamos en lucha contra el mal, estamos al servicio de la vida: estamos atentos a los mil llamados que nos hace, activos, orientados… En cambio, mayoritariamente hoy nos hemos vuelto un ser acomodado, blando, neurotizado… Y es así como son los jóvenes, salvo tantas excepciones. Quizá esto forme parte del porqué del involucionismo juvenil. Quizá siempre sea una cuestión de modelaje.
Aquí una intuición de cómo el estilo de vida, en forma de pensamiento único que se impone en nuestra sociedad, influye en los cuerpos y por tanto, en las conciencias que luchan por encontrar sentido en este mundo. Concretamente en los jóvenes pero quién más o menos se sentirá reflejado en esto.
Según la medicina ayurvédica y en general, la visión del ser humano en oriente, el cuerpo humano tiene 7 centros de energía (chacras), que vinculan el ser, el sentir, el estar, el nutrir y el actuar en el mundo con ese mismo mundo. Muy sintéticamente, los tres centros bajos (raíz, bajo y medio) nos conectan con la tierra, la toma de energía, la nutrición, el instinto, las pulsiones, las emociones básicas, la reproducción… Los tres centros altos (laríngeo, tercer ojo y coronilla) nos permiten pensar, comunicarnos, sentir, creer y tener fe en lo que nos sostiene desde el más allá (sea lo que sea para cada uno de nosotros). En el centro tenemos el cardíaco que dialoga entre todos los demás y donde reside el amor, los afectos más elaborados, conectado con uno mismo y con todo lo demás. El hombre los necesita todos y de ahí emana la sabiduría humana, de la integración que he el cardíaco de todos los demás centros y en apertura hacia el mundo y los demás. A pecho abierto, profundamente conectado a la experiencia de lo más sabio que tenemos, nuestro cuerpo y por tanto, nuestra mente, se encarna lo que somos, un ser noético.
Resumiendo, entre lo que somos: persona noética donde somos-ahí: mundo y demás personas, hay una interface cuerpo y mente. La conciencia que tenemos de ella es crucial para afinar la conciencia y decidir qué papel jugamos en este mundo. Tener en cuenta las dimensiones psicofísicas para trabajar en logoterapia siempre me ha sido útil, me sirve de guía y orientación en el acompañamiento a jóvenes respecto a la afinación de la conciencia para poder encontrar sentido en la vida, sean cuales sean la necesidades, trastornos, síndromes y síntomas y preguntas que presenten, El cerebro es y está en el cuerpo. Esto Frankl ya lo tenía claro, por eso hablaba de la auto-comprensión axiológica (y ontológica) prerreflexiva; la razón, el pensamiento sólo es una parte.
En definitiva, se podría explicar lo que les ocurre a los jóvenes hoy en día, a partir del fenómeno de la desconexión. Y eso empieza en la desconexión con uno mismo, con la propia carne que se nutre y se hiere en el mundo; de ahí viene la desconexión con la vida. De todo esto me fui dando cuenta mientras trabajaba con adolescentes y sus familias, integrando mi formación en logoterapia con la formación en psicotraumaterapia infantojuvenil sistémica y la gestalt. En el cuerpo la desconexión se produce y se expresa, a partir del hipo o hiper funcionamiento de alguno o algunos de los chacras, lo que genera desequilibrios o bloqueos entre ellos.
Centro raíz: Es por donde entra la energía de la tierra en nuestro cuerpo y por donde conectamos con ella. Apunta directamente a nuestra madre. La forma más primaria de conectar con la naturaleza de la que formamos parte. Qué faltos van los jóvenes de esta conexión, qué faltos van de esta energía… Tanto confort, tanto aislamiento físico y mental del medio ambiente, tan lejos de todo y de los demás, materialmente hablando, les quita la energía y el roce necesarios para poder salir a enfrentar lo duro (material) del mundo. La realidad en la que vivimos sigue siendo innegable, dura, palpable; incluso la realidad virtual, casi toda sigue estando basada en un mundo físico real. Trabajar esto aparentemente no es tan difícil, sólo es necesario que ese joven ande en la naturaleza, corra, sude, se ensucie, ponga el cuerpo en algo que tenga sentido, pase frío, calor, sed, hambre…¡Ay no, pobrecito que va a sufrir! Ahí empiezan los problemas… Obviamente, este centro lo tenemos hipertrofiado y/o tendemos a tenerlo hipotrofiado. Siempre cansados, siempre perezosos.
Centro bajo: Conecta la fuente de energía con la metabolización principal, el jara, cercano al ombligo y que está en el siguiente chacra en sentido ascendente, el centro medio. Aquí esa energía empieza a tener intención, reproducirse, mantener la vida…uno de los centros habitualmente hipertrofiados en occidente. Mucha sexualidad desconectada de lo afectivo y lo reproductivo. Desde aquí tenemos una generaciones de jóvenes genitalizados sexualmente, hipersexualizados (interesante informarse sobre el movimiento juvenil de los asexuales), desconectado de lo afectivo, de lo colectivo en lo sexual. Aquí la energía se convierte en una pulsión mediada culturalmente, perdiendo así su potencial transformador y sobre todo, de conexión con el mundo y los demás.
Centro medio: Donde la energía que recibimos del mundo se convierte en algo manejable, en algo que podemos decidir qué hacer con ella. Nuestras emociones básicas a nivel energético ahí residen. Sobre todo, tiene que ver con el sistema digestivo y las vísceras bajas. Es un centro hipertrofiado en la actualidad, jamás habíamos dado tanta importancia al comer: ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿qué? Desnaturalizando lo natural hemos llegado a tener en volumen de Trastornos de la Conducta Alimenticia que tanto afecta a tantos y tantas adolescentes hoy. Además también estamos exagerando la atención a las emociones… Debemos aprender a gestionarlas… Debes convertirte en un experto en tu mundo emocional… Comida y emociones, demasiado trabajo para un ser solo al que se le hace creer que únicamente él es responsable de cómo se maneja en ello. Obviando lo relacional en lo de comer y sobre todo en lo de sentir.
En esa soledad, más el bloqueo en el diafragma, que ahora explicaré, las neurosis pueden empezar a campar a sus anchas… Poner conciencia en la musculatura del ano, la flexibilidad en el abdomen, la respiración abdominal precisamente, conciencia del diafragma… uno de los dos bloqueos que traemos casi de serie en occidente. Habernos alejado de la madre tierra, de una sexualidad y alimentación alineadas con la razón y el corazón, sentirse por encima de todo y no parte de… pasa por reducir la conciencia de lo que ocurre en la parte baja del cuerpo, fuente de suciedad y de molestias, tener que andar y menstruar, defecar y orinar…sentir el frío en los pies, pasar hambre. Y para no sentir eso, nada mejor que poner rígida la membrana que separa los pulmones y el corazón del estómago y los intestinos…y así empezamos a no sentir, a pensar y actuar con los pies de barro pero creyéndonos seres elevados…, separados de todo y todos por una creencia sobre los que somos, que sólo es eso, una creencia. El otro de los bloqueos que seguro os suena, es de la laringe, el cuello. Igual que apretamos el ano sin darnos cuenta, también callamos y nos mordemos los labios regularmente. Cerramos el cuello, al aire y a lo que pueda entrar por la boca, mucho más de lo que es necesario. Vivimos con el culo y la boca apretados. Suficientemente gráfico. Sin embargo, deberíamos poder gritar, encontrar la manera de expresarse siempre que sea necesario de forma no violenta, bailar, expresar la propia opinión, atreverse a pensar por uno mismo, irse conociendo… En definitiva, comunicarse con los demás, el mundo y uno mismo (además de tomar conciencia de la respiración alta, con todo el pecho, la espalda y el cuello) ayuda mucho a acabar con el bloqueo del centro laríngeo y pone en equilibrio y posibilita que los centros altos jueguen su papel en esta historia.
Centro laríngeo: En el cuello, parte baja del cráneo y hombros. Comunicación y expresión, apertura a la experiencia, la oralidad, los anhelos y deseos, la compulsividad (tragar, tragar y tragar…) Cuánto no dicho y lo dicho, tan mal dicho a veces o a destiempo. Obviamente hipertrofiado… Este centro tiene mucho que ver con la tendencia al aislamiento. ¿Cuánto tiempo hace que el ser humano no grita teniendo multitud de motivos? Psicológicamente hablando, entre este centro y el siguiente que habla del tercer ojo, la mente para que nos entendamos, se funda en el self y la expresión y representación del mundo. Para eso es muy importante la generación de narrativas, de las grandes y épicas, a las pequeñas, íntimas y personales. Por desgracia, hoy las grandes narrativas se han acabado, parece… La mayoría de los jóvenes de hoy apenas saben narrar, e incluso a veces, entender lo narrado.
Centro tercer ojo: Es lo que entendemos por mente, aunque desde una visión mucho más amplia que el funcionamiento analítico y sintético del hemisferio izquierdo del cerebro humano. Donde residen los pensamientos, la razón y la imaginación… En nuestra cultura es un centro hipertrofiado: sobre-utilizado, inflacionado, hiperbolizado…y agobiado, distraído, saturado. Sabemos mucho pero no sabemos para qué sirve lo que sabemos. Desde ese centro juzgamos todo. La educación tradicional lo explota demasiado y los jóvenes ya están hartos. Es donde se procesa la información, se etiqueta y categoriza al mundo. Y ya sabemos lo dañino que puede ser esto, para los demás y para uno mismo.
Centro coronilla: Está en la parte alta del cráneo, la última fontanela que se cierra en nuestro crecer. Donde conectamos con lo elevado, lo espiritual, el más allá. Lo sutil y lo esencial… Pero hoy vendemos esta espiritualidad a la carta, egóica, narcisista, enfocada a la autorrealización. Demasiada educación en lo que son las religiones y tan poca en la espiritualidad. Y tan pocas oportunidades de conversar con adultos.
Centro cardíaco: Los pulmones y el corazón. Ánima, energía y dirección. Como ya hemos presentado este chacra, es el que dialoga entre todos los demás, recibe la información y energía de cada uno de los chacras, si no hay bloqueos ni desequilibrios importantes entre ellos. Enfocado hacia adelante, puede amar y dirigirse al mundo, teniendo más clarividencia en encontrar sentido, gracias a que recibe toda la información que la intuición humana necesita para ello, una conciencia plena, afinada y órgano de sentido. Todo el cuerpo está involucrado, todos los chacras son necesarios. De ahí emana toda la sabiduría humana, de la integración que hace el cardíaco de todos los demás centros. Pero eso se puede dificultar mucho a causa de los fenómenos que hemos mencionado que ocurren en los demás centros, por vivir desconectados del mundo y de nosotros mismos; y eso es debido a una afectación en nuestro cuerpo físico. A veces, demasiada cabeza y poca tierra no es lo mejor.
Para Frankl el amor tenía poco de biológico; y estoy con él. Pero el ser noético que somos se relaciona con lo que amamos a través de un cuerpo: que siente, percibe, se expresa, toca y es tocado. Lo mismo pasa con el sentido, cuanto más diáfano es nuestro estar corporal en este mundo, más fácil es sentir sentido en la vida, sentir y saber que, a pesar de todo, la vida puede tener sentido. Por eso es importante que los y las logoterapeutas que trabajamos con jóvenes, tengamos esta conciencia del papel crucial que juega el cuerpo en la salud mental y el desarrollo ético de los mismos.
Bibliografía:
EL CUIDADO QUE HUMANIZA: RESPONSABILIDAD Y SENTIDO
Asociación Española de Logoterapia
Compiladores:
Ma. Ángeles Noblejas de la Flor
Luis de la Peña Sánchez
Nota: Logoforo no vende libros.
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