Quiero darle más sentido a mi vida.

Cada vez se habla más sobre la importancia de tener un propósito en la vida. Para que nuestra existencia tenga sentido, necesitamos tener una razón para levantarnos de la cama, algo que nos impulse y que nos dé motivación y orientación en el día a día, especialmente en tiempos de incertidumbre y dificultad.

De hecho, el sentido es la mayor motivación en el ser humano, nos dice Viktor Frankl, fundador de la Logoterapia. Una psicoterapia centrada en el sentido de la vida.

Hay muchas personas que anhelan llevar una existencia totalmente distinta a la que tienen, pero se quedan en una limitada zona de confort por miedo a correr riesgos, a ser rechazados por el mundo conocido o sencillamente por la creencia limitante de que el cambio no es posible.

Mas, ¿qué sucede cuando vivimos insatisfacción y vacío en nuestra realidad, pero creemos no tener una alternativa?

¡Siempre hay alternativas! Incluso, ante lo inmodificable, es posible elegir la actitud con la que se le enfrenta.

¿Cómo es posible entonces dar sentido a la propia existencia?

De entrada, toma en cuenta que el sentido es totalmente personal, intransferible y cambiante, de acuerdo a tu circunstancia y evolución personal.

Es indispensable actualizarlo. Es posible que algo que te daba sentido hace unos años, hoy haya dejado de hacerlo.

Podemos tener varios sentidos de vida e ir actualizándolos, aunque podemos tener uno o más que nos acompañen toda la vida.

Eres un ser responsable de tu vida, de tu bienestar, de tu actitud y sentido.

Construirte una existencia valiosa depende solo de ti.

Te comparto algunos puntos muy específicos que pueden hacer una gran diferencia hacia una vida más significativa:

• Alerta tu consciencia para captar las oportunidades de sentido que la vida te presenta.
• Conócete cada día más. Solamente así sabrás qué te es valioso a ti. Cuáles son esas cualidades y capacidades que puedes aprovechar mejor en tu trabajo, en tus relaciones y en el servicio a otras personas.
• Busca momentos de silencio, para estar contigo. Solo cuando estás cerca de ti, puedes saber qué necesitas.
• Elige lo que te sea más significativo en este momento y circunstancia, sin importar si es difícil o poco popular.
• Nutre día a día con relaciones valiosas. Ésas en las que dejas huella y que te dejan una huella. Ábrete a conocer a nuevas personas con perspectivas y estilos de vida distintos a los que te son conocidos.
• Llena tu tiempo de “encuentros”. Es mejor alejarse de relaciones superficiales o vacías.
• Disfruta con consciencia lo que la vida te ofrece: naturaleza, olores, colores, sabores…
• El aprendizaje y la docencia son valiosas fuentes de sentido. Aprende cada día algo nuevo, comparte lo aprendido.
• Disfruta de lo sencillo, de eso que tal vez hoy das por hecho y que probablemente extrañarías si te faltara.
• Simplifica tu vida en lo posible. No te compares ni pretendas hacer lo que otros hacen. Eso solamente complicará tu vida y te llenará de frustración.
• Reconócete y valórate como una persona única. Nunca ha existido ni existirá alguien igual a ti.
• Entrega parte de tu tiempo y energía a una causa, a un servicio, a alguien en necesidad. Somos seres trascendentes, llamados a la apertura y a dejar la propia huella en los demás. Proyecta al mundo tus cualidades y talentos.
• Acompaña tu vida con buena música, arte, cultura.
• Ama cada día más y mejor. El amor es una gran fuente de sentido que no se limita a la pareja. Amor a la vida, a la familia, a los amigos, a la profesión o actividad laboral, a la naturaleza, a la humanidad, a un Ser Superior… Nada más erróneo que pensar que quienes no tienen pareja, no tienen amor.

Deseo que vayas descubriendo cuáles son para ti otras fuentes de sentido.

Cierro con este pensamiento del padre del existencialismo:

«La vida sólo se puede comprender mirando hacia atrás, pero sólo se puede vivir mirando hacia adelante.»
Sören Kierkegaard